jueves, 20 de diciembre de 2012

ENTRE LA ESPADA Y LA PARED: EL NARCOTRAFICO Y EL ESTADO

Cuando uno se introduce dentro del mundo de comprensión y estudio crítico de una actividad delictiva y se pregunta sobre la relación que tiene dicha actividad con el marco administrativo e institucional que es el encargado de validar su legalidad y perseguirla en caso necesario, se sorprende de las grandes interconexiones existentes entre estos marcos estatales, por así decir,  la propia actividad delictiva del narcotráfico, cargado de tiranteces, tensiones y contradicciones.

En primer lugar cabe destacar que los principios reguladores que permiten al Estado perseguir y combatir el tráfico de sustancias estupefacientes con leyes de salud pública, este concepto incluye una valoración social: el narcotráfico esta prohibido por que se considera que su actividad, las mercancías que coloca en el mercado son perjudiciales para la salud de la sociedad.

De lo que se deduce que debe existir un cuerpo social sano, ajeno a corrupciones  perversiones inducidas por las drogas y otros elementos perjudiciales: degeneración sexual, taras físicas, etc., es decir hay un precepto de control, de garantizar la salud de la población: la actividad del narcotraficante, que es lo primero en ser perseguido, va contra la salud publica y por ello debe ser perseguida y suprimida.

En segundo lugar, la “personalización” de esta actividad se realiza mediante la persecución de cómo  se consume el capital gestado a través de delitos contra la salud publica: es dinero ilegal, producto de una actividad  ilícita, que contamina todo lo comprado a través de el por lo que todo aquello tomado con dinero procedente de la actividad de trafico pasa a ser considerado parte integrante del propio narcotráfico y por tanto integrado en los bienes públicos para volver a servir a la sociedad que el propio narcotráfico degenera y corrompe.

En tercer y último lugar, destacar las distintas tiranteces entre Estado como instancia pública y la actividad del narcotraficante, la personificación de la actividad delictiva: en las zonas de costa de Galicia por poner un caso concreto, el narcotráfico es una actividad relacionada con el mar y sus interconexiones con el mundo empresarial y de la política local, es incuestionable: mientras el Estado como instancia gigantesca persigue, vigila, combate y castiga las actividades del narcotráfico, sus elementos constituyentes de inferior entidad y categoría, sus partes integrantes configuran una red de intereses y beneficios mutuos que perpetúan una situación determinada, en la que solo van cambiando los nombres de los protagonistas.

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